lunes, 19 de mayo de 2008

Esto es la socialización de la miseria.

¿y por dónde salimos?

Por dónde vais a salir, ¡por el techo!

para no llorar, no beber agua

Salir al bosque
decorarlo con motivos exóticos
y declarar una guerra,
no aclarar la doctrina.
Cazar pájaros y enseñarles a llorar
verterse en el lodo
y no existir.
Dejar de existir
sólo con la voluntad.

Una voluntad pequeña
amarrada al infinito
está callada
y sufre por los pobres gestos involuntarios,
gemidos involuntarios,
gestos, gemidos,
respirar,
escuchar,
sentir cosas pequeñas
como insectos y voluntades.

Después,
volver a la ciudad,
sin existir todavía,
manteniendo lo incorpóreo,
escondiendo la piel
que crece despacio desde la carretera,
concentrarse en no existir,
ensimismarse,
dejar de existir,
no gestos, no palabras,
no mirar.
Reír sí, un poco
y llorar también
sobre los pobres pájaros
que no han aprendido nada.
Dejar que caigan sus ojos de pez-pájaro
y no cogerlos,
resignarse,
los ojos

marcan

el camino.

Quitarse los ojos
también,
de debajo del no existir
y dejarlos en el suelo,
enterrarlos un poco con la mano
y con tierra
y no beber agua nunca más.
Para no llorar,
no beber agua.

Llegar a la ciudad sangrienta,
otra vez la ciudad,
y dormir sin ojos
y sin llantos.

Reafirmar la voluntad
golpeando severamente a las autoridades.