domingo, 31 de agosto de 2008

La hierba y la muerte
tienen una relación extraña
con los símbolos sumatorios
y con el número cero,
hay que separar los círculos cerrados del origen
y tragar algunos granos de cal
para entenderlo.

Me parece muy interesante
la disección de la roca
por parte de un niño con espada,
pero yo tengo un espejo
y soy afortunada por ello en esta noche
en que el mundo despierta
sobrecogido por la presencia de algunas
gargantas subterráneas en su carne.

Yo las contemplo desnuda sobre mi piedra,
y pienso en la última vez,
entonces
había un agujero en la pared,
y desde allí podía escuchar los gemidos secos
que llegaban como bocanadas de aire blando.

A cada golpe de aliento
se calcinaban las pocas flores que quedaban
y la hierba palidecía.
Pasaba que aquellas gargantas-tubo
nunca habían conocido el azul,
y todos corrimos cuando vimos
la lengua de fuego devorando a los caballos
y a las vacas de la montaña.
Algunos niños todavía pequeños
echaron a volar conmovidos por el espectáculo
de los animales flamígeros
mientras que sus madres gritaban enloquecidas
y lanzaban puñados de arena al aire para detenerlos.
Nunca supimos como habían salido las tuberías
de su subsuelo estremecido,
pero los hijos no volvieron a la tierra
y las madres continuaron lanzando
puñados de arena al aire hasta quedar ciegas por el polvo.
Sin embargo yo tengo un espejo,
y soy afortunada por ello
ahora que las cabezas de las bestias vuelven a incendiarse
y los niños todavía pequeños echan a volar.

Septiembre

Ven,
cierra los ojos,
inclínate un poco sobre la mesa.
¿A qué huele?

Este septiembre azuloso
no es más que un tigre boca arriba,
en realidad,
varios tigres boca arriba
luchando por respirar,
con el torso ardiente de terciopelo.
Tigres suaves con sol
y ráfagas de azafrán en algunos puntos
ocultos de sus pupilas,
con las gargantas estremecidas
por las frutas maduras del crepúsculo
que se anuncia.

Es una tarde ahogada de trenes
con helados en la estación,
¿Puedes ver las corrientes premonitorias
de mariposas rotas que nos salen del pecho
y tiemblan un poco antes de echar a volar?

Mira,
levanta una mano
para convencerte de que existes,
ahora estalla las frutas de sangre
que tienes en esa mano,
la que se alza en la parte soleada.

Te encuentras un poco lejos de tus párpados
esta tarde.

viernes, 22 de agosto de 2008

Woody Allen corretea sin cerebro por la habitación número 14 de un hospital de perros.

Woody Allen, Albert Einstein y un mayordomo extasiado por las genialidades de la ciencia, tratan de hacer un transplante de cerebros en un ascensor, finalmente Woody Allen es brutalmente asesinado por el mayordomo, que se larga por las escaleras con los dos cerebros en un carrito de la compra.

Por otra parte, si un rey africano infectado por un contagioso virus entrara en una habitación de hospital, todo el mundo se enteraría de su inminente muerte a través del almanaque del miércoles y pondrían en cuarentena la habitación al ser ésta asediada por una manada de perros adictos a la morfina, un vendedor de billetes de tren ciego y la madre de éste que es la que le dice lo que tiene que hacer.

sábado, 9 de agosto de 2008

Estoy aquí,
envuelta en la realidad viscosa,
¿no me ves?
Aquí.

No puedo separarme del suelo,
no puedo.
En mi tercer ojo
se acumulan las imágenes
de los cielos visitados,
las criaturas llaman a mi retina,
luego se extienden,
se convierten en una sola cosa,
y resbalan por mi rostro.

Apenas una leve punta de sol
logra penetrar
estas densidades,
y se me clava en la carne.
Tan sólo con mi sangre espumosa
conseguiré diluirte,
celda,
tú corpórea existencia
desaparece con mi muerte,
mi savia puede contigo.

Siento los ruidos de la calle
y las sombras son lo único que parece tener cuerpo.
Un hombre barre las hojas derramadas. Silencio.

LUIS BUÑUEL Y UN CABALLO DEL SIGLO XVII TRATAN INUTILMENTE DE HACERME ENTRAR EN RAZÓN

Lo primero que hay que saber
es que cuando lloras mucho
te sale un agujero en la cabeza.
Después vas aprendiendo otro tipo de cosas,
es decir,
yo nunca había tenido
una de esas chapitas con tu nombre,
y ahora que la tengo
me doy cuenta
de que hasta este momento
nadie me había llamado por mi verdadero
nombre.

Mi garganta lo tiene muy claro,
-¡yonoquierote!-
el grito
me pica
y se clava en mis conductos,
lo siento enorme,
por eso apenas puedo escuchar
al conferenciante.
Sin embargo,
antes de que André Breton publicara
su manifiesto surrealista en 1924,
YA EXISTÍAN LOS SUEÑOS.

-¡tequieroyono!-
He decidido que no volveré a verte
aunque te vea.
Esta soy yo con los ojos cerrados,
me presento,
sólo veré lo que me apetezca,
después,
me pincharé los ojos con alfileres,
porque no se debe mirar
a las madres que se desnudan
a través de agujeros de lluvia
en la pared.

Está decidido,
patearemos a los cerdos desde las ventanas,
y devoraremos las rocas,
es el apetito de los músicos
que penden del árbol,
mientras tanto
los gatos se desesperan en la memoria
y el sexo de una hormiga roja
es atravesado por el asta incendiada de una vaca.

¿quién llama a la puerta?
-Notequiero-,
no quiero que nadie me moleste,
no entres,
sólo Buñuel sabe posar
al mismo tiempo con camisa de rayas
y con traje
y con los ojos cerrados
a la vez,
como yo,
con los ojos cerrados.

Desde dentro
los niños pobres
recogen excrementos de caballo
y eluden el olor de la lluvia.
Es un hecho que si Buñuel
hubiera nacido en el siglo XVII
habría sido carnicero.