viernes, 11 de abril de 2008

Por qué no la muerte

¿Por qué no troncharse los dientes
contra el quicio de la puerta?

¿por qué no tragarse
un millón de agujas de reloj
y sentirlas como el tiempo,
agazapadas en el estómago,
en la garganta,
sentirlas afiladas,
tratando de escapar
del cuerpo,
las puntas para afuera?

¿por qué no arrojarse a un pozo
romperse todos los huesos
por qué no,
con la noche pegada al cráneo
y los insectos devorando la boca,
con las esquirlas óseas
tropezando unas con otras
desgarrando la carne?

¿por qué no sentir dolor,
por qué no

la muerte?

1 comentario:

hpBordón dijo...

¡Hola Ángela! soy Miriam!. He estado leyendo tus poesías porque Hugo me ha abandonado aquí para hacerme la cena... :)
Las que he leido están muy bien, así que sigue así y que te vaya muy bien en tus recitales...
¡¡Muchos besos de los dos!!